Una de las mayores preocupaciones que tienen los padres al iniciar un procedimiento de divorcio es la posibilidad de que se les deniegue la custodia compartida. En los casos que se deniega la custodia compartida, se impide por tanto que el cónyuge que no tiene la custodia no pueda pasar todo el tiempo que quisiera con sus hijos.
Existen múltiples causas por las cuales se deniega la custodia compartida, siempre teniendo en cuenta que el juez trata de velar por el interés del menor (principio básico recogido en el Código Civil).
En este post vamos a exponer las causas más comunes por las cuales es denegada la custodia compartida:
Estilo de vida
En primer lugar, el juez tiene en cuenta las circunstancias de cada uno de los progenitores para revelar cuál es la custodia más óptima para el interés del menor. El estilo de vida es un claro condicionante para la denegación de la custodia compartida. Si uno de los progenitores ostenta un estilo de vida desorganizado, el cual pueda afectar negativamente al menor, el juez tiende a denegar la custodia compartida. Asimismo, también es denegado la custodia compartida si uno de los progenitores se encuentra en prisión o va a entrar en prisión.
Problemas de adicción
En relación con lo anterior, el juez también deniega la custodia compartida, en muchas ocasiones, si uno de los progenitores sufre algún problema de adicción (drogas, juego…). Estas adicciones entiende el juez que afectan de forma negativa al desarrollo del menor, optando así por otorgarle la custodia al progenitor que no sufre tal adicción para favorecer al bienestar y seguridad del menor.
Situación económica: falta de vivienda digna y de recursos necesarios
Además, también se opta por denegar la custodia compartida si uno de los progenitores no tiene una vivienda digna para hacerse cargo del menor o si no dispone de recursos necesarios para atender a los cuidados esenciales (alimentación, higiene, escolarización, seguridad…) de sus hijos. En suma, la situación económica de los progenitores es esencial en aras de escoger por parte del juez la custodia de los menores.
Inviabilidad de horarios laborales
Asimismo, en ocasiones no es posible el cuidado de los hijos, debido a la inviabilidad de horarios laborales para su cuidado. Trabajos en turnos que impiden el correcto cuidado de los hijos son una clara causa de denegación de la custodia compartida.
Cambio de lugar de residencia
Por otro lado, también suele denegarse la custodia compartida si uno de los cónyuges se muda a otra localidad, por entenderse que pueda afectar a la estabilidad del menor por alejarlo de su entorno familiar, educativo y social.
Corta edad del menor
Si el hijo es demasiado pequeño y por ello necesita de la presencia continua de la madre (por la lactancia, por ejemplo), se tiende a otorgar la custodia a favor de la madre en detrimento de la custodia compartida.
Interés del menor: informe psicosocial o decisión de los hijos
En múltiples ocasiones, los menores ya no son de corta edad cuando se realiza un proceso de divorcio. Es por lo anterior, que si el juez considera que el menor tiene suficiente criterio por su madurez, puede otorgar la custodia según lo establecido por el menor.
Asimismo, es fundamental en la valoración de la custodia más conveniente lo expuesto en los informes psicosociales del menor. En virtud de estos, el juez puede considerar que custodia es más beneficiosa para el menor.
En conclusión, en este post te hemos resumido algunas de las causas más comunes por las cuales se deniegan las custodias compartidas. No obstante, si tienes alguna duda sobre el procedimiento de divorcio o sobre los motivos por los cuales se deniega la custodia compartida, no dudes en contactarnos y daremos respuesta a las preguntas que tengas.